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#RealidadGanadera: Demonizar a la producción ganadera es ignorar sus contribuciones beneficiosas para el medioambiente, la ciencia nos avala

Campaña en la que colabora CONAFE junto a otras organizaciones del sector

Remitido.- En medio de las constantes acusaciones que señalan al sector ganadero-cárnico como el gran contribuyente a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), debemos cuestionar, con evidencia científica siempre, las narrativas orquestadas por intereses económicos, que acusan de los males del planeta al sector y además divulgarlas.

Por suerte, el sector cuenta con datos suficientes para desacreditar las falacias que algunos sectores con claros intereses económicos en el mercado alternativo a la proteína animal vierten contra nosotros, con el único fin de desacreditarnos y hacerse cada vez con un mayor protagonismo en la batalla por el control de la proteína animal.

Para muestra, algunos datos:

1. La ganadería, que incluye la producción de carne, huevos y leche, es responsable de menos del 10% de las emisiones.

El avance del Inventario de Emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) 2023, elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) y publicado recientemente coloca a la ganadería en un lugar muy alejado de los primeros puestos, que ocupan el transporte (32,6 %), seguido de la industria manufacturera (18,1 %), la producción de electricidad y refino (14,01 %) y el consumo de combustible (10,7 %).

Estos cuatro sectores en su conjunto son los responsables del 75,4 % de las emisiones totales de GEI en nuestro país y la ganadería cuya cifra es del 9,8% no está entre ellos, a lo que se añade que el pasado año el sector ganadero-cárnico logró una reducción del 3,1% con respecto al año 2022.

En otras palabras, la ganadería es responsable de menos del 10% de las emisiones y casi 8 veces menos que el conjunto de estos cuatro sectores, mientras sigue trabajando además para reducir su impacto medioambiental.


2. La FAO ha reconocido que la ganadería contribuye al secuestro de carbono mediante prácticas sostenibles, como la regeneración del suelo y el aumento de la materia orgánica.

Además, la FAO destaca en su informe que el 86 % de la alimentación del ganado proviene de recursos que no compiten con la alimentación humana, como pastos y subproductos industriales y que por tanto sin la ganadería, estos recursos se convertirían en residuos, generando una carga adicional para el medioambiente.

3. Otro aspecto que refuerza el rol positivo del sector es el uso de estiércol para la fertilización agrícola, clave para la agricultura sostenible y la reducción de incendios en zonas de pastoreo.

4. Además, el metano, el principal gas emitido por el ganado, tiene una vida en la atmósfera de aproximadamente diez años, en comparación con los más de mil años del CO₂ fósil, subrayando la diferencia en los impactos a largo plazo.

Pese a estas cifras positivas, el sector ganadero es consciente de los retos ambientales, y por ello ha implementado en los últimos años múltiples medidas de sostenibilidad, como el Análisis de Ciclo de Vida (ACV) para medir su huella de carbono e hídrica y optimizar el uso de recursos hídricos.

Estos avances son evidencia del compromiso de la ganadería y la industria con el bienestar ambiental y social, en la búsqueda por ofrecer a la sociedad productos nutritivos y variados de alta calidad, en el marco de la Dieta Mediterránea mientras protege el entorno.

La ganadería no solo es una fuente vital de alimentación, sino una parte esencial en la búsqueda de un equilibrio medioambiental, social y económico.

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