De acuerdo a los datos provisionales sobre declaraciones de entregas de leche cruda a los primeros compradores del Sistema Unificado de Información del Sector Lácteo (Infolac), durante el pasado mes de marzo el precio medio en origen de este producto descendió un 0,13% y en 0,008 euros por litro en relación al mes anterior, situándose en 0,595 €/litro y bajando, por tanto, de los 0,6 €/litro, que había traspasado un mes antes.
Se trata, por tanto, del primer descenso de precio que experimenta este sector en algo más de un año, aunque aún se mantiene muy por encima de los niveles alcanzados en marzo de 2022, cuando la media nacional se situó en 0,383 €/litro.
Las entregas de leche cruda de vaca, sin embargo, continuaron bajando, aunque algo más ligeramente que en meses anteriores. En marzo se situaron en 650.003 toneladas, un 0,4% y 2.618 toneladas menos que en ese mismo mes de 2022.
En el acumulado del primer trimestre del año aún siguen siendo un 1,4% y 27.000 t inferiores a las de ese mismo periodo del pasado año, con 1.846.000 t de leche cruda de vaca entregas a compradores.
Las calidades descendieron también de forma apreciable, pues en materia grasa se pasó de una media del 3,91% en febrero a 3,85% en marzo y en proteína del 3,43% al 3,39%, lo que podría haber incidido en este recorte de precios pagados en origen, más que el menor volumen entregado.
El número de compradores que declararon entregas continuó a la baja, siendo en marzo de 312, unos 12 menos que en febrero y 18 menos que los había en abril de 2022.
Por su parte, el número de ganaderos que realizaron entregas de leche marcó un nuevo mínimo, bajando hasta los 10.479, un 0,46% y 48 menos que en febrero y un 6,3% y 706 menos que en abril del pasado año.
Varias CC.AA. mantuvieron precios medios de la leche cruda de vaca por encima de 0,60 €/l
En cuanto a la evolución de los precios en origen, bastantes CC.AA. se mantuvieron por encima de los 0,60 €/litro. En orden de mayor a menor y por encima de la media estatal de 0,595 €/litro se situaron las CC.AA. de Castilla-La Mancha (0,613 €/l); C. Valenciana (0,613 €/l); Asturias (0,612 €/l); Castilla y León (0,611 €/l); Islas Canarias (0,610 €/l); Comunidad de Madrid (0,605 €/l); Andalucía (0,603 €/l); Cantabria (0,602 €/l); Región de Murcia (0,602 €/l); Extremadura (0,600 €/l), y País Vasco (0,597 €/l).
Por debajo de la media estatal y en orden de mayor a menor se situaron los precios medios de las CC.AA. de Cataluña (0,592 €/l); Navarra (0,591 €/l); La Rioja (0,588 €/l); Aragón (0,585 €/l); Galicia (0,585 €/l), e Islas Baleares (0,516 €/l).
El importe medio declarado en marzo (0,595 €/litro) fue un 55,35% superior al de ese mismo mes de 2022 (0,383 €/l); estuvo por encima un 76,56% por encima del de marzo de 2021; fue también un 78,68% más alto que el de ese mes de 2020, y fue un 82,52% más elevado que el precio medio (0,326 €/l) de ese mes de 2019.
Un 40% de las entregas acumuladas en este primer trimestre del año, con 743.767 t se realizaron en Galicia, seguido con un 12% y 228.891 t de Castilla y León; un 10% y 191.250 t de Cataluña; un 8% y 142.098 t de Andalucía; un 7% y 131.388 t del Principado de Asturias; un5% y 101.290 t de Cantabria; un 4% y 74.340 t de Castilla-La Mancha, etcétera.
Un 70% de las entregas totales de leche cruda entre enero y marzo se transformaron en la misma Comunidad en la que se produjeron, con 1.285.790 t, y un 30% “viajó” para transformarse en otras regiones, con 560.360 toneladas.
Informe Infolac: informebaseentregasdelechemarzo2023_
Unión de Uniones denuncia ante Competencia a Mercadona, Bonpreu y Lidl por alineamiento de los PVP de los brik de leche UHT envasada
Por otra parte, la organización agraria Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos hizo pública este miércoles 3 de mayo en la sede del Colegio de Periodistas de Cataluña la presentación de una denuncia, trabajada conjuntamente con Unió de Pagesos y el bufete de abogados Redi, ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en la que pide a este organismo público que investigue y, si procede, sancione a Mercadona, Bonpreu y Lidl por alineamiento de precios.
Unión de Uniones denuncia a estas tres cadenas al haberse constatado precios idénticos en la venta del cartón de leche de vaca UHT de marca blanca, como mínimo, durante tres años y cuatro meses seguidos, desde la semana 51 de 2018 a la semana 12 de 2022. Igualmente, tras la presentación de la denuncia, se ha ampliado la información aportada en cuatro ocasiones, logrando el seguimiento de los precios hasta la semana 12 de 2023.
La organización, con el fin de acreditar la denuncia, ha aportado como indicio una recopilación semanal de precios de venta al público, que son coincidentes en las tres cadenas tanto en el momento exacto en que se produce cada variación de precio como en el importe de estas variaciones.
En este sentido, de estos datos puede derivarse la posible existencia de comportamientos presuntamente estratégicos, voluntarios y continuados que ponen en entredicho (la formal) autonomía de las denunciadas, unos comportamientos que las otras distribuidoras del sector habrían ido replicando, en especial, en lo que se refiere a la leche de marca blanca semidesnatada y desnatada.
Unión de Uniones y Unió de Pagesos exponen que estas presuntas prácticas concertadas o conscientemente paralelas consistentes en fijar precios y el abuso de la posición de dominio colectivo que presuntamente habrían ejercido Mercadona, Lidl y Bonpreu —a semejanza de un cartel encubierto— vulnerarían varios preceptos de la Ley 5/2007 de Defensa de la Competencia y, lo harían, sobre todo, a expensas del eslabón más débil, los productores de leche, debilitando su poder de negociación a la hora de establecer el precio para su producto y provocando el cierre de muchas granjas, cuando en condiciones normales de mercado serían rentables.
En este sentido, Unión de Uniones insiste, además, en que la distribución debería hacerse responsable del producto que vende, asegurando también la trazabilidad y el etiquetado.
Asimismo, la organización señala que justamente la Unión Europea está legislando para evitar escenarios como este, donde el valor de la cadena alimentaria no se repercute equilibradamente entre los distintos operadores hasta tal punto que ha dejado en estado crítico al sector productor.
Las consecuencias del modus operandi de la gran distribución española, a juicio de Unión de Uniones, han sido una reducción de su entorno competitivo y la adquisición de mayor fuerza para negociar con la industria lechera, la cual, a su vez, ha trasladado la presión al ganadero imponiéndole precios muy bajos, incluso, en algunos casos por debajo de los costes de producción, una práctica que vulnera la Ley de la cadena alimentaria y que ha sido puesta en evidencia en la denuncia.
Además, el hecho de que el sector productor no disponga de beneficio, le supone la imposibilidad de invertir en mejoras en la explotación para aumentar su eficiencia técnica y económica. El consumidor, a su vez, recibe sus consecuencias en la medida en que la oferta puede sufrir una reducción drástica de la variedad.
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